Curavacas cara norte; vía Los Faquires.

 Sábado 15 de enero

Potente anticiclón el que tenemos encima y aunque la temporada está siendo seca y no está siendo muy buena, había que probar. Con un solo día disponible decidimos apostar  seguro y fuerte; al Curavacas. Madrugón de los buenos y a las 7: 45 estamos en Vidrieros que nos recibe con unos generosos  – 13ºC que nos congela hasta las ganas de hablar.

Al pie del corredor Sur ya hemos empezado a recuperar temperatura y vemos una pareja subiéndolo. Nosotros decidimos subir por el corredor Oblicuo que no lo conocemos y suponemos que con el frío la nieve va a estar dura.  Nos juntamos con ellos en la cima del pico del Medio del Curavacas y nos comentan que se van para abajo a tomar unas cervezas. Nosotros les decimos que nos va a quedar bastante para catar semejante manjar.


En el Portillo nos equipamos al sol con todos los trastos y montamos el rapel para bajar. Vemos que está muy seco pero todo hielo o nieve dura. Una vez en la cara norte nos decantamos por Los Faquires  porque el resto está con poco hielo y nieve.



El primer largo es un muro de hielo duro como el cristal donde los crampones muerden lo justo, los piolets parten el hielo que se estalla y hay que sanear y los tornillos entran con esfuerzo pero quedan a prueba de bombas. A 60 metros montamos reunión y paramos lo justo para cambiar el material y salir disparado para mantener el calor corporal. Los dos siguientes largos tienen menos hielo y la nieve está dura con lo que progresamos con rapidez. El cuarto se le ve escaso y hay que escalar algo en mixto pero la extraordinaria calidad del hielo hace que no suponga muchos problemas. El quinta largo es la travesía descendente que está en roca y es incomoda pero protegida por un clavo. En corto último largo nos saca a la arista y al sol que no calienta mucho pero se agradece. De ahí a la cima son 5 minutos.

1 largo

2 largo

3 largo



4 largo

5 largo

Último largo

No teníamos muy claro por donde bajar pero viendo la hora nos decantamos por volver al Portillo y regresar por terreno conocido. Comemos algo y vemos que el agua se ha congelado dentro de las mochilas ¡como para pensar en cervecitas estamos !



Bajamos por el mismo sitio que hemos subido ya que la nieve está perfecta y con las últimas luces llegamos al pueblo en una actividad que casi nos sale una “media jornada”

Cualquier vía de la norte del Curavacas, y más en el día desde casa, sigue siendo una actividad dura y comprometida. La soledad absoluta de todo el murallón y el frío reinante hace que tengas que valorar que no hay muchas posibilidades de errores pero atrae y mucho.



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