Pico Curavacas, vía Diagonal.

 Las condiciones para escalar en hielo o hacer escaladas invernales en la Cordillera Cantábrica no están siendo muy buenas pero cuando hay ganas pues se tira de lo que hay. Nos decidimos por el Curavacas, la gran montaña palentina que en su cara norte esconde varias vías de escalada invernal. Las opciones que contemplábamos eran; las cascadas de hielo o la vía Diagonal. Al final nos decantamos por la Diagonal que así subíamos a la cumbre y eso siempre gusta.

Del pueblo salimos a las 7 de la mañana con 3 grados bajo cero y en seguida entramos en calor. Subimos más o menos bien por nieve dura aunque había zonas en las que estaba costra y te hundías. A las 9 estábamos en el collado del Hospital viendo que unas huellas se dirigían a la vía así que entonces nuestras dudas de que si estaría formada la vía en parte se disiparon.

Corredor de acceso a la Diagonal

La primera parte de diagonal estaba a medio formar y hubo que subir un trozo por roca. Ya arriba vimos que el primer largo estaba sin hielo, que habría que escalarlo por la roca y decidimos acercarnos para ver si se podía pasar. Montamos una reunión y por una zona, un poco más a la derecha de por donde se escala cuando hay hielo, pudimos ir ascendiendo, encontrándonos en la zona más vertical un clavo que lo protegía. Al final con cuidado pudimos pasar el muro y repasamos un poco la escalada en roca con crampones que la tenemos un poco olvidada. En la campa de arriba guardamos la cuerda y seguimos subiendo siguiendo unas huellas antiguas. Paramos a ver la entrada de la vía Directa del Fraga y evidentemente estaba para escalar en roca, nada de hielo. Seguimos progresando sin asegurar y por debajo de un pequeño muro de hielo volvimos a sacar la cuerda y ya el resto de la vía la hicimos asegurados. Salieron tres largos donde se alternó la escalada en nieve dura, hielo y mixta, es decir muy variada, entretenida y donde pudimos poner los primeros tornillos de la temporada.



Este tramo lo subimos por el pequeño nevero dela patrte central derecha de la imagen

Saliendo del muro de roca

Directa del Fraga







La campa superior que te lleva a la cumbre estaba en nieve muy dura y la cima la compartimos con una pareja que venían por la vía normal con el correspondiente perro de Vidrieros que han cogido como costumbre subir con los montañeros. Las vistas eran bastante limitadas por el polvo sahariano y como el viento no era muy fuerte decidimos comer y guardar los trastos. La bajada por el Callejo Grande se pude definir con dos palabras; un horror. La nieve blandísimas y empapada hizo que llegásemos al pueblo cansados y más siendo la primera actividad del año. Eso sí, las Cabras Monteses que se han afincado en las altas paredes de esta montaña nos deleitaron con unas carreras acrobáticas.
Los Faquires tienen hielo en la entrada

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