Intento a Torre Salina y corredor NO de la Torre Olavarria
Y como no hay mal que cien años dure… por fin llegó un fin de semana apropiado para hacer lo que tanto tiempo llevábamos esperando, un poco de alpinismo.
Decidimos hacer un corredor perseguido desde hacía mucho por parte
de varios de nosotros, la Norte de Torre Salinas. Finalmente, Luis, Montes,
Chechu y Goyo nos plantamos en Fuente Dé dispuestos a todo. La realidad ya nos
pondría en nuestro sitio unas horas después. La idea era llegar hasta la Vega
de Liordes con la intención de usar la cabaña como refugio, aunque algún aviso
en el sentido de que debía haber mucha nieve y pudiera estar tapada, como luego
pudimos comprobar, ya nos había llegado.
Una vez allí teníamos la intención de hacer en el día uno de los corredores
que se sitúan en la zona de la Torre de Olavarría o de la Torre del Hoyo de
Liordes, ya que según las consultas eran de dificultad moderada, concretamente
Adrados los clasifica como III/2.
Con los ánimos a tope pusimos rumbo hacia Pedabejo, ya que los
Tornos no nos inspiraban confianza alguna. Nieve desde el aparcamiento, así que
raquetas y mochilada bajo un sol de aúpa nos fueron calmando los ánimos. Según
íbamos cogiendo altura, la ascensión se hacía más penosa, así que en la mente
de todos empezaron a barajarse otras posibilidades. Pasamos un alud
espectacular que bajaba desde la Peña Regaliz, y esto, junto al peligro que suponía
remontar la Canal de Pedabejo a pleno sol con la carga de nieve blanda que había nos
decidió a vivaquear junto a una cabaña al pie de la misma canal, marcada por el
testimonio de varias avalanchas.
Alud de Peña Regaliz
Afortunadamente, nos encontramos la cabaña abierta, con lo que
rápidamente la incorporamos a la RRA, la Red de Refugios de Altai, en donde nos
acomodamos plácidamente.
Desde un promontorio limpio de nieve a escasos metros de la misma,
nos dedicamos a comer, beber y a las clásicas conversaciones llenas de
contenido y profundidad que caracterizan a los miembros de este grupo. También
a la vida contemplativa, lo que nos hizo pensar que dos figuras que aparecieron
en un collado lejano las identificáramos rápidamente como Ana y Álvaro. De
hecho, jaleamos algún traspiés y todo, hasta que nos dimos cuenta de que los
susodichos eran dos escaladores a tenor del mochilón que llevaban y que, a un
ritmo penoso, se pusieron a remontar la canal de Pedabejo. Alguna que otra
crítica se llevaron por nuestra parte, aunque ya adelanto que al final fueron
los únicos que consiguieron hacer el corredor de Salinas.
Con las 6 de la mañana nos levantamos, y poco después nos
encontrábamos remontando la canal de Pedabejo en unas buenas condiciones de
nieve, así que en menos de una hora ya estábamos en lo alto de la canal. Pasamos
junto a la tienda de los sufridos alpinistas que la habían remontado la
víspera, que eran conocidos, y que nos comentaron que también iban a Salinas.
Así pues, tres cordadas en un corredor encajonado como pocos, lo que aseguraba
caída de cascotes de hielo y piedras.
Torre Salinas, resalte donde nos dimos la vuelta
Una vez dentro del corredor, fue como si nos hubiéramos metido en
la boca del lobo, dada la estrechez y el encajonamiento del mismo. Una línea
preciosa de unos 45º o 50º, con algún tramo de inclinación superior pero que se
hacía perfectamente sin necesidad de encordarse y con nieve y hielo en
magnífico estado. Todo fue bien hasta que nos encontramos con un resalte
vertical de unos 15 metros con muy poco hielo, además en mal estado, y con
pocas posibilidades de aseguramiento. La opción fue la de retirarnos del
corredor para intentar otras posibilidades. La cordada que coincidió con
nosotros decidió intentarlo, y hay que felicitarlos, pues consiguieron superar
este y otros resaltes que encontraron después también en mal estado.
Decidimos hacer el corredor norte que lleva cerca de la cumbre de
la Torre de Olavarría. Se trata de una bonita escalada que tiene su comienzo en
una pequeña cascada de hielo de poca inclinación con tendencia hacia la derecha
y que te mete en el corredor propiamente dicho.
Entrada corredor NO de la Torre Olavarria
Una vez pasada esta zona, unas
rampas de unos 40º nos llevan rápidamente al pie de una preciosa cascada
vertical de unos 8 metros. En ella encontramos un spit protegiendo el comienzo
de la misma, y una vez superada, a través de tramos de nieve en buen estado junto
a pequeños resaltes de hielo de una inclinación alrededor de los 45 – 50º, aprovechamos
todo el largo de cuerda para montar la reunión sobre nieve dura con una estaca
de hielo. A partir de aquí, y ya desencordados, la ascensión continúa hasta
llegar a una horcadina a la izquierda de la cumbre principal y que da vista a
la Torre de Salinas.
Lo más interesante de la vía junto con las vistas de la cumbre.
Sin tener muy claro el itinerario de bajada, nos dirigimos por
terreno comprometido a través de la arista
hacia la cumbre con la intención de llegar a un collado desde donde
iniciaríamos el descenso normal hacia el Hoyo de Liordes, pero en vista de la
exposición y del riesgo que esto presentaba decidimos rapelar. En dos rápeles dejamos
la roca y nos plantamos en la ladera nevada, desde donde ya iniciamos el
descenso, bastante penoso, hacia la Canal de Pedabejo y finalmente a la cabaña.
Puede ser oportuno indicar que Adrados recomienda bajar este
corredor por el mismo itinerario de subida, y otros recomiendan dirigirse hacia
la cumbre principal antes de llegar a la horcada sobre el hoyo a través de unos
campos de nieve. También creemos interesante comentar que, en nuestra opinión,
la cascada que encontramos, aunque corta, eleva el nivel de dificultad que
viene marcado en el libro de Adrados; todos sabemos que la dificultad de los
corredores varía en función de las condiciones.
Más fotos en: https://plus.google.com/photos/105757464668052928605/albums/6124536755667517809?banner=pwa
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