Pirineos’ 19: Lescun y Gavarnie.
2ª Parte: Gavarnie.
Después de los 18 largos que nos
cascamos en días anteriores decidimos cambiar de valle y descansar un día. Así
que nos levantamos tarde, en un día de niebla algo meona y que, gracias a los
dos abetos bajo los que dormimos, libramos de levantarnos empapados.
Desayunamos, recogimos todos los trastos y nos bajamos al pueblo de Lescún a
tomar algo y a pasear por sus calles que reflejaban el ambiente de fiesta.
Viajamos a Gavarnie metidos entre la
niebla y sin prisa. Decidimos que al día siguiente subiríamos al Taillón y el
sábado escalar la arista noroeste al Petit Astazu. Subimos hasta el collado de Tentes y flipamos
con la cantidad de coches, furgonetas y caravanas que había. Como estaba la
niebla metida nos bajamos en busca de un nuevo refugio de Altai que encontramos
en las instalaciones de la estación de esquí y hasta con mesa. Al día siguiente
subiríamos al Taillón para estirar las patas o como se llama ahora; descanso
activo.
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Nuevo refugio de Altai |
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Desde el Collado de Tentes Taillón y Gabietos |
La subida al pico fue una romería
sobre todo hasta la brecha de Rolando pero claro a todos nos gusta hacer
montaña un día soleado. Además esta cumbre tiene varios alicientes; unas vistas
de morirte y una subida larga pero cómoda. Así que paciencia, disfrutar del
día, muchas fotos y para arriba. Desde el refugio de Sarradets las vistas al
circo de Gavarnie son de escándalo. Es probablemente el lugar de Pirineos más
impresionante y da igual verlo desde abajo o desde arriba o incluso cuando
atraviesas los muros o está todo congelado, es una auténtica maravilla que no
te aburres de admirar.
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Brecha de Rolando |
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Circo de Gavarnie desde las cercanías de Sarradets |
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Brecha de Rolando |
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Ascendiendo al Taillón |
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Cumbre del Taillón |
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El Casco |
Muchas de las personas se quedaron en
la Brecha y aquí dudamos entre subir al Casco o al Taillón y al final nos
decantamos por la idea primera que llevábamos. En la cumbre estuvimos un buen
rato y para abajo sin prisas. Bañito en el lago de Especieres para quitar la
roña y a nuestro recién inaugurado refugio. Cenamos pronto ya que al día
siguiente queríamos madrugar porque el desnivel era importante, unos 1.500
metros, la escalada no parecía complicada pero el descenso por las Rocas
Blancas, no lo conocíamos pero sabíamos que era complicado.
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La hipnótica arista noroeste del Petit Astazu. |
No había empezado a clarear y a la
luz de las linternas pasamos por las calles de Gavarnie en dirección a la
cabaña de Pailla. La subida por el bosque es cómoda y una vez en la cabaña en
vez de subir al refugio de Espuguettes seguimos recto, por las praderas, hacia
la arista. A medida que nos acercábamos a la arista empezábamos a ver algunas
cordadas que llevaríamos por delante. Al sol, nos pusimos los trastos y
empezamos a escalar la arista por roca compacta. Como éramos tres decidimos
repartirnos los largos de 4 en 4 y así no estar todo el rato cambiando las
cuerdas.
Los mejores largos son los
intermedios porque los de arriba están un poco rotos. La vía se sigue más o
menos bien y hay variantes. De hecho en el largo 4º nos juntamos con tres
cordadas de las que teníamos por delante. Esperamos a que siguieran y cada una
fue por un sitio diferente. Ese fue el único sitio en el que estuvimos un rato
esperando a partir de ahí la escalada fue muy fluida.
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Luna llena sobre el Taillón |
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Comienzo de la arista |
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Primeros largos |
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Foto de cumbre |
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Llegando a cumbre |
Sobre las 3 de la tarde llegamos a la
cumbre y el espectáculo desde la cima es impresionante. La roca en estado puro,
paredes por todos los lados y a los pies Gavarnie. Estuvimos comiendo y
disfrutando del momento y empezamos la bajada por un terreno que habíamos leído
que era complicado de seguir y con algún destrepe entretenido. Vimos bastantes hitos
por la parte alta que vienen muy bien para salvar el primer muro. Se nota que
los que han ido pasando han dejado su huella para facilitar el camino a los que
hemos venido detrás. El descenso es orientación oeste con lo que la solana no
te la quita nadie. Al llegar a la zona conocida como las Rocas Blancas
numerosas pinturas orientan la bajada por ellas. A las 7 de la tarde llegamos a
la cabaña Pailla de nuevo cerrando el circuito y de ahí, después de un
descanso, seguimos a Gavarnie donde llegamos fundidos por el sol y por la
bajada.
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Bajando por el primer muro |
Seis maravillosos días por los valles
pirenaicos franceses tachando algunas de las actividades que teníamos
pendientes y además con buen tiempo y buena compañía.
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