Un finde por Picos
2-3 septiembre 2017
Cuando a uno le empieza a picar el
gusanillo de la montaña y comienzas a hacer rutas en tus montañas más cercanas
siempre miras hacía los Picos de Europa como algo lejano, inalcanzable, un
territorio inhóspito y peligroso. Pero con el paso del tiempo se va adquiriendo
experiencia, confianza, seguridad, te rodeas de gente que te enseña a moverte
por esos riscos, haces amigos, compartes experiencias y vas creciendo como
montañero y por qué no, como persona. Al menos así lo he vivido yo durante casi
30 años, que ya da vértigo.
Y no hay nada que me produzca más
satisfacción que enseñar a mis amigos esas cumbres y rincones de los Picos de
Europa que tanto me gustan y que, un día, a mí también me descubrieron.
El pasado fin de semana Chema,
Iñigo, Jorge, Raquel y Patri, que ya no son ningunos principiantes, y un
servidor, Raúl, teníamos la espina clavada después de algún intento abortado
por el mal tiempo de subir a Tiro Navarro y a uno de los grandes de Picos, el
LLambrión. Para ellos era la primera vez, así que me tocaba hacer de guía. La
verdad es que hay gente que se fía de cualquiera………jajaja. Y para ello, nada
mejor que buscar un lugar estratégico para montar el “campo base”, uno de los
mejores vivacs de Picos, Villaratón.
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Camino de la Vueltona |
Cogiendo el primer teleférico,
cargaditos de agua para dos días y poco a poco, en una hora llegamos al “hotel”
Villaratón. Allí dejamos los bártulos pesados y con una mochila más ligera nos
encaminamos hacía el Llambrión por la Collada Blanca. El día era ideal para
caminar, soleado pero sin calor, así que no se podía pedir más.
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Hotel Villaratón |
Desde la Collada Blanca ya
divisamos el camino que nos queda que, aunque parece mucho, se hace en un pis
pas. Siguiendo los jitos y con un poco de intuición, llegamos rápidamente a la
base de la chimenea por donde vamos a subir. La idea es subir por ésta y bajar
por la arista. La chimenea nos la merendamos sin mucho apuro (y eso que alguno
hace poco tiempo no quería oír hablar de trepadas o escaladas……) y llegamos a
la cumbre. El día es muy claro e incluso llegamos a distinguir perfectamente la
isla de los conejos en Suances. La verdad es que pudimos disfrutar de la cumbre
maravillosamente.
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Camino de la Collada Blanca |
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Vista desde la Collada Blanca |
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Ya tenemos el Llambrión a tiro |
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Chimenea final de trepada |
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En la cumbre |
La bajada por la arista tiene un
par de pasitos que requieren atención, pero con la ayuda de un cordino y un
poco de maña no hubo momentos de mucha tensión. De vuelta al “hotel” el cuerpo
pedía una cervecita en Cabaña Verónica, que nos lo habíamos ganado.
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Saliendo de la cumbre |
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Destrepe por la arista |
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Cabaña Verónica |
Después, ya en villaratón, tocaba
preparar la cena, descansar…….y al saco. Con lo que no contábamos es que a las
4 de la mañana empezaron a caer unas gotas, soplar viento……..total, que algunos
nos tuvimos que refugiar en la suite presidencial del complejo. Afortunadamente
la cosa no fue a mayores y al día siguiente, aunque amaneció fresco y algo
nublado, fue mejorando y quedó un día estupendo para andar por los Picos.
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Hotel Villaratón |
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Preparando los Tortellini. |
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Y el desayuno en la cama |
Después del desayuno buffet, a las
9:00 ya estábamos en marcha hacia Tiro Navarro a donde llegamos en un par de
horitas por el Collado de la Canalona. Como aún era pronto y todavía había
energía, subimos al pico Santana, que Raquel y Patri nunca habían subido, y a
esa cumbre tan minusvalorada, que nadie sube y que sin embargo es uno de los
diez más altos de Cantabria, las Coteras Rojas.
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Cumbre de Tiro Navarro |
Así que no estuvo mal el finde. Y
lo mejor es que ahora hay más retos en el horizonte…..la Morra, Neverón de
Urriellu, Torre Salinas……y los que irán saliendo.
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